cap.49: con 40 grados a la sombra

Ya llegó el verano, con un poco de antelación. Es insoportable. Cuarenta grados a la sombra, y subiendo.

cap.48: Falló la batería.

Dieciocho de junio de 2012. La batería se ha descargado totalmente. No puedo arrancar el coche. Así que, de nuevo, a llamar al seguro. Viene la grúa y con las pinzas arrancamos. Sin deterner el motor, me dirigo al taller para cambiar la bateria por otra nueva. Como me temia, ya en el taller, apago el motor y compuebo que la bateria sigue descargada. O sea, que una nueva quiera o no quiera

Otra vez a soltar pasta. Una ruina.

cap.47: el numerito del coche del año 2012

Otra vez, como todos los años, a pagar.

cap.46: la tercera revision oficial

Ya llegó. La tercera revisión. Los 68.000 kms están aquí. A pasar por el taller a pasar las revisiones reglamentarias del servicio oficial.

Otro pico a pagar

cap.45: Pinchazo .. y van dos.

El 5 de mayo de 2012 volví a pinchar. De nuevo, un tornillo atravesando la goma del neumático. Me puse en contacto con mi seguro, vino la grúa y me cambió la rueda por la de repuesto.

Al lunes siguiente tuve que acercarme al taller para que me reparara el pinchazo y me colocara de nuevo la rueda original.

cap.44: Los 60.000 kms

Llegamos por fin a los 60.000 kms. Una cifra más, pero muy significativa. Pra mí significa que el coche ya no es "nuevo", y que a partir de ahora empezarán las averías más insospechadas.

cap.43: La goma del guardabarros

Semana Santa de 2012. Visita concertada a Atapuerca (Burgos), en el pueblecito Ibeas de Guarros, donde está el Centro de Interpretación. Un edificio moderno, con capacidad para acoger a docenas de personas, tanto si llegan en autobús como en coche. Unos accesos magníficos para llegar al centro desde la carretera... excepto si te equivocas y coges el acceso a una fábrica colindante por un camino rural. Por no dar marcha atrás, tuve que atravesar un tramo por un sembrado, para acceder al Centro de Interpretación. Una decisión equivocada. El barro y los hierbajos se metieron en el guardabarros, y actuaron a modo de cuña, haciendo que una de las gomas de amortiguación se arrancara. Menos mal que sólo fue eso. Podría haber tenido cualquier tipo de avería en mitad del sembrado.