Dieciocho de junio de 2012. La batería se ha descargado totalmente. No puedo arrancar el coche. Así que, de nuevo, a llamar al seguro. Viene la grúa y con las pinzas arrancamos. Sin deterner el motor, me dirigo al taller para cambiar la bateria por otra nueva.
Como me temia, ya en el taller, apago el motor y compuebo que la bateria sigue descargada. O sea, que una nueva quiera o no quiera
Otra vez a soltar pasta. Una ruina.
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